En principio, estará vigente hasta diciembre aunque podría ser revisado en caso de aumentos del crudo internacional. Pese a respaldar la decisión, YPF podría sentir el impacto de la medida.

El Gobierno nacional volverá a instaurar el denominado barril “criollo” para el precio de petróleo, con el objetivo de evitar despidos de empleados en las empresas del sector, brindar mayor previsibilidad a las inversiones en Vaca Muerta y, sobre todo, respaldar a los gobernadores de las provincias hidrocarburíferas para que su recaudación no se desplome.

Es inminente, entonces, la publicación del decreto firmado por el presidente Alberto Fernández que fijará en u$s45 el precio de referencia nacional del crudo.

La medida fue tomada luego de distintas negociaciones y reuniones, en medio de un escenario global complejo para el petróleo, que se desplomó a causa de la pandemia y el exceso de oferta. Ayer, el barril de Brent (de referencia en el país) cedió otro 0,9% y cerró a u$s29,46.

Desde el Gobierno aseguraron que son “medidas urgentes y transitorias”, que no quieren “poner en riesgo la paz social”, y que el fin último es sostener el autoabastecimiento de hidrocarburos, el empleo y la seguridad energética del país. Además de los cerca de 10.000 empleos que dependen de la actividad en el sector, al retomar la producción también comenzarán a crecer las regalías para las provincias, ávidas de recursos en medio del desplome de la recaudación.

Es así que la iniciativa fue respaldada por provincias como Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego, que forman parte de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).

“La idea es tener un precio de referencia que evite que los proyectos que en la Argentina están en funcionamiento, aún con bajo nivel de actividad, no terminen de cerrarse bajo un escenario negativo”, explicó el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, quien el miércoles mantuvo un encuentro virtual con directivos de las principales petroleras del país. El barril “criollo” estará vigente, en principio, desde el 1 de mayo y hasta el 31 de diciembre de 2020, con posibilidad de revisión cada tres meses, a cargo de la Subsecretaría de Hidrocarburos. Si la cotización del petróleo Brent supera los u$s45 durante 10 días consecutivos, el precio del barril “criollo” queda suspendido.

Entre las empresas, en tanto, la recepción de la medida no es unánime: hubieran preferido evitarlo y llegar a un acuerdo negociando entre partes. Y, si bien respaldó la decisión políticamente, YPF (junto al resto de las denominadas petroleras integradas y las refinadoras) sentirá el impacto de la medida. Es que estas compañías pagarán a las provincias regalías por u$s 45, cuando sus ventas serán por u$s30. Es por eso que desde YPF señalaron que, si bien el barril criollo es “un gran esfuerzo, se entiende la necesidad”. Dicho sacrificio se explica, sobre todo, al analizar los números de la petrolera de mayoría estatal: es que, por ejemplo, en marzo del año próximo deberá hacer frente al vencimiento más importante de su historia, con pagos comprometidos por u$s1.000 millones.

Según confiaron fuentes del sector, el barril criollo a u$s45 puede “dejar sin margen al refinador”, a la vez que beneficia a aquellas empresas que sólo “producen”. Es por eso que algunas compañías intentaron, sin éxito, acordar un precio de barril “criollo” en torno a los u$s35.

La medida tuvo repercusión casi inmediata en los mercados. Luego de que se conociera la noticia, las ADR de YPF treparon en Wall Street un 6,4%. En tanto, las acciones de Vista Oil, se dispararon un 16,7% en el NYSE.

Fuente: Ámbito